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    Cuando se quiere triunfar en marketing hay que tener bien clara una cosa: no solo existe un tipo de marketing, sino que hay más de una variante que hace que la estrategia cobre sentido por sí sola. Se trata del marketing estratégico y del marketing operativo. ¿Conoces las diferencias que hay entre ambos? Te las detallamos para que puedas tenerlas bien en cuenta si te dedicas de manera profesional a este ámbito.

    Una de las diferencias más notables entre el marketing estratégico y el marketing operativo es que mientras que el marketing estratégico fija los objetivos de marketing a largo plazo, el segundo se ocupa de ‘operar’, es decir, de desarrollar las acciones concretas para conseguir los objetivos fijados de antemano. De esta manera, ambos dependen mutuamente para que la estrategia sea perfecta.

     Cómo hacer marketing estratégico

    Dicho lo cual, seguro que te estás preguntando qué es lo que debes hacer para plantear el mejor marketing estratégico. Para hacerlo bien, hay que tener en cuenta que una de sus características más relevantes consiste en la capacidad de planificar el futuro de la empresa, ya que la supervivencia de la misma dependerá de la capacidad que tenga de adaptarse y anticiparse a los cambios que vengan.

    De ahí que el objetivo del marketing estratégico sea el de conocer tanto las necesidades presentes como las futuras de los consumidores, localizar los nuevos nichos de mercado, orientar la empresa para que aproveche estas oportunidades y diseñar una actuación que la lleve hacia la consecución de dichos objetivos.

    Se trata de un tipo de marketing que hace reflexionar sobre los valores de la compañía para saber desde dónde se parte, es decir, cuál es la situación actual, y hasta dónde se quiere llegar.

    Para ello es necesario definir primero cuál es el público objetivo. Y es que antes de planificar acciones de marketing es necesario acotar el público al que se dirige la empresa. Por eso es necesario identificar cuál es el consumidor ideal al cual dirigir la campaña, al que en definitiva se tiene que seducir con el producto o servicio.

    Antes de lanzar una campaña de marketing es imprescindible estudiar el mercado. Hay que conocer el tamaño del mercado al que se dirige la empresa, saber si el producto o servicio tiene cabida y se adapta a las necesidades del target, cómo se puede mejorar y otras investigaciones estratégicas que serán claves para minimizar riesgos.

    Una vez se conozca bien el mercado, hay que segmentarlo para establecer grupos de compra que tengan gustos e intereses homogéneos, así se podrá influir en el proceso de compra. Con esta técnica, se optimiza el proceso de venta y se satisfacen las necesidades de los clientes.

    Tampoco hay que olvidarse de analizar la competencia. No hay que considerarla como un enemigo, pues se puede aprender de ella. Mediante el estudio de los principales competidores se puede saber cuáles son sus puntos fuertes y débiles para poder aprovecharlos y diferenciarse del resto para dominar el nicho de mercado.

    Y una vez se haya diagnosticado toda la situación, es el momento de elegir la estrategia de marketing que permita a la empresa lograr sus objetivos. Esto es algo que se aprende al cursar un grado superior de marketing y publicidad a distancia.

    Cómo hacer marketing operativo

    Por otro lado, el marketing más visible que existe es el llamado marketing operativo. Este tipo de marketing, que también se puede conocer a través de una formación profesional a distancia, cuenta con unos plazos de actuación más cortos que el marketing estratégico. Sin embargo, su eficacia depende de la calidad del marketing estratégico realizado previamente para que funcione.

    Con el marketing operativo se pasa a la acción para conseguir los objetivos fijados. Se basa en traducir el plan de marketing estratégico en una serie de decisiones tácticas complementadas con políticas de producto; precio, distribución y comunicación que sirvan para garantizar la compra del producto por parte del público objetivo seleccionado.

    Este tipo de marketing lo que hace es definir cuáles son las características del producto o servicio, selecciona cuáles serán los intermediarios a través de los cuáles distribuirlos y definir a través de qué medios la empresa dará a conocer estas cualidades que la distinguen de la competencia.

    Una vez definidos estos conceptos, el siguiente paso consiste en ejecutar este plan de marketing. Este proceso requiere coordinación por parte de los distintos departamentos de la empresa.

    Por último, una vez se ha ejecutado el plan, es fundamental medir y comprobar si realmente se han alcanzado los objetivos previstos y, en caso negativo, seleccionar medidas para corregir estos errores.

    La pregunta del millón es: ¿puede existir un tipo de marketing sin el otro? La verdad es que sí que es posible, sin embargo, el nivel de éxito de la estrategia en su conjunto no sería el mismo, por lo que siempre es aconsejable que, si se pretende conseguir la máxima eficacia, se desarrollen a la par.  

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