Los niños imitan todo lo que ven. Seguro que alguna vez has realizado una acción delante de ellos (ya sea buena o mala) y acto seguido has visto cómo el pequeño te imitaba. Partiendo de esta premisa, te puedes imaginar uno de los motivos por los que es tan importante la Educación Infantil. No obstante, te vamos a dar más detalles sobre su relevancia a nivel social.
La infancia es uno de los momentos más importantes de la vida. Es precisamente ese instante en el que el niño aprende el lenguaje, empieza a conocer los códigos sociales con los que convive y, sobre todo, se aproxima a la cultura social. Además, la Educación Infantil sirve como herramienta para formar a personas independientes, autosuficientes y con criterios de actuación propios.
Razones para educar a los niños
La Educación Infantil aporta primeramente a los niños la capacidad para formar su carácter, su identidad, su personalidad y, más adelante, su perfil profesional.
Debido a eso, este tipo de educación debe ir acompañada de ciertos valores, características coyunturales y acciones complementarias que refuercen este rol. Esa vocación de servicio y de enseñanza a los más pequeños anima a decenas de profesionales a estudiar un grado superior de educación infantil a distancia para darles la mejor educación.
En la Educación Infantil entra en juego la enseñanza a todos los niveles. Los niños deben contar con un referente, una guía (los padres y docentes) que les ayude a asentar los conocimientos antes mencionados. Además de eso, deben contar con una alimentación y nutrición adecuadas.
Eso sin olvidar que los ambientes participativos, democráticos y en los que predominen valores como la igualdad, el respeto, la solidaridad y la convivencia, son los idóneos para los niños.
Por otro lado, existen estudios que prueban que los niños que reciben una educación excelente tienen más facilidad para el aprendizaje que el resto, y que rinden mejor en los estudios posteriores, evitando el fracaso escolar.
Jugar para enseñar a los niños
Diversos estudios reflejan que las mejores técnicas para enseñar a los niños tan pequeños consisten en focalizar cada enseñanza con cualquier actividad lúdica. En concreto, se dice que esto contribuye al desarrollo de aspectos fundamentales de la personalidad del niño.
El juego ayuda a aumentar la fuerza y el desarrollo muscular de los niños, además de ayudar a la sincronización de movimientos, mejorando la precisión gestual y el lenguaje.
También facilita la comprensión de situaciones, la anticipación de acontecimientos, la resolución de problemas y la elaboración de estrategias.
Seguro que alguna vez has estado jugando con un niño y te has dado cuenta de su creatividad a la hora de inventar situaciones o de dar respuestas a determinados problemas. Y es que el juego también contribuye a estimular la imaginación, el pensamiento simbólico, y desarrollando habilidades manuales.
A nivel emocional, el pequeño potencia, a través de las actividades lúdicas, la asimilación y maduración de las situaciones vividas, ayudando a superar aquellas de carácter traumático.
Y a nivel social, aprende las reglas de convivencia y participa en situaciones imaginarias creadas y mantenidas colectivamente. Aparte de eso, imita modelos de referencia del contexto social en que se desenvuelve la vida cotidiana, que dependerá de factores como la zona geográfica, las condiciones climáticas o la época.
¿Por qué estudiar Educación Infantil?
Si te gustan los niños y, además, quieres contribuir a su educación, no te lo pienses más y plantéate cursar una fp a distancia de Educación Infantil. Siendo maestro de este ámbito, accederás a trabajar con aquellos niños que conocen por primera vez un centro educativo.
Además, hay que ser consciente de que un profesor es una figura referente para los niños y, precisamente por eso, es decisivo en la configuración del carácter y la actitud de los más pequeños, lo que demuestra la importancia de la educación infantil.
Asimismo, el docente ofrece a los más pequeños aquellos instrumentos para que crezcan con los conocimientos necesarios y se convierte de esta manera en un activo importante en la evolución de las decenas de niños que conforman las clases.
Según un estudio de Adecco, los maestros de Educación Infantil son los terceros profesionales más felices, únicamente por detrás de los deportistas y los investigadores.
Por otro lado, estudiar Educación Infantil no solo garantiza una salida profesional como educador en este ámbito, sino que ofrece una multitud de opciones laborales para aquellos que se decanten por esta profesión. Entre ellas destacan salidas laborales como la de educador infantil, asesor o coordinador pedagógico en educación infantil, auxiliar en educación especial, director de guardería o apostar por proyectos que combinen investigación y educación. Sin duda, todas ellas relacionadas con trabajar con los más pequeños. Así que, si tu sueño es trabajar y formar a los niños, ésta es la profesión que debes estudiar.
