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  • ¿Qué significan las etiquetas NutriScore que llevan los alimentos?

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    etiquetas Nutriscore

    La etiqueta NutriScore entró en vigor en España en 2021, unos años después de que se implantara en otros países europeos como Francia, Alemania o Bélgica. Pero aunque aparece ante nuestros ojos cada vez que vamos al supermercado, no todos los consumidores tienen claro qué es y cómo funciona. Por ello, en estas líneas tratamos de explicarlo brevemente, pues no solo es interesante para quienes se especializan en Nutrición y Dietética sino también para toda la población en general.

    ¿Qué es la etiqueta NutriScore?

    La etiqueta NutriScore es un sistema utilizado por la industria alimentaria para valorar de forma rápida y sencilla la calidad nutricional de un determinado producto. Se emplea en alimentos envasados y su uso no es obligatorio para las empresas productoras. Aquellas que sí se suman a este sistema muestran dicha etiqueta en la parte frontal del envase, para que el consumidor pueda visualizarlo fácilmente.

    La etiqueta NutriScore es conocida a menudo como el ‘semáforo de los alimentos’, pues se basa precisamente en un sistema de letras y colores para establecer el nivel de calidad nutricional de cada producto. Estos son los colores, las letras y su significado:

    • Color verde oscuro (A): muy favorable
    • Color verde claro (B): favorable
    • Color amarillo (C): intermedio
    • Color naranja (D): poco saludable
    • Color rojo (E): no saludable

    Como decíamos, la etiqueta NutriScore se utiliza solo para productos envasados, por lo que quedan fuera de su ámbito de aplicación los productos frescos, los no procesados (un solo ingrediente), el café, el té, las infusiones, las bebidas alcohólicas y los alimentos en envases muy pequeños (menos de 25 cm2).

    ¿Cómo se formula cada valoración?

    Para clasificar un alimento en alguno de los 5 niveles reseñados, se emplea un algoritmo que tiene en cuenta su composición, como podría hacer una balanza. Es decir, ese algoritmo analiza los ingredientes y, por tanto, los nutrientes que contiene, distinguiendo entre los aportes nutricionales positivos (proteínas, fibras, etc,) y los negativos (grasas saturadas, sal, azúcares, etc.), situándolos en cada lado de la ‘balanza’: por un lado los beneficiosos y por otro los no beneficiosos. Y por último, se calcula el porcentaje que cada uno de ellos representa en el total de la elaboración. 

    El resultado reflejará la proporción entre unos y otros: los alimentos A o B tienen mayoría de aportes nutricionales positivos y, por tanto, son saludables, mientras que los D y E suponen lo contrario, quedando el C como nivel intermedio.

    Ventajas y desventajas de la etiqueta NutriScore

    Como ocurre cuando se introduce un nuevo sistema de valoración, la etiqueta NutriScore no ha satisfecho a todos por igual. En general, los nutricionistas y los consumidores aprecian el buen propósito del sistema, mientras que los productores ‘damnificados’ por las valoraciones de la etiqueta han mostrado su desacuerdo. En general, y más allá de las posibles modificaciones que se establezcan, se pueden distinguir entre ventajas e inconvenientes.

    Ventajas de NutriScore

    Las ventajas de este sistema son evidentes y cabe destacar las siguientes:

    • Es fácil de entender y de rápido acceso, pues se puede encontrar de un solo vistazo, incluso sin extraer el producto del lineal del supermercado
    • Es útil para concienciar al consumidor sobre el tipo de dieta que lleva
    • Aunque la etiqueta NutriScore no está aceptada por toda la industria alimentaria, sí supone un sistema unificado, con criterios similares para todos
    • Ayuda a que el consumidor no caiga en la ‘trampa’ del marketing engañoso, en el que los eufemismos pueden esconder alimentos poco saludables

    Inconvenientes de NutriScore

    Pero no hay sistema de valoración perfecto ni capaz de dejar a todos contentos, y así ocurre con la etiqueta NutriScore. Entre los principales inconvenientes se pueden citar:

    • Es un sistema que excluye a los alimentos frescos que no están envasados y que, paradójicamente, suelen ser los más saludables y recomendables.
    • No resulta el más idóneo para calificar determinados alimentos fundamentales que, en su justa medida, resultan saludables. Por ejemplo, el aceite de oliva, que se queda en una discreta C por su alto porcentaje de grasa… como es lógico.
    • Deja mal parado a alimentos fundamentales de la gastronomía española, como el jamón, por su alto contenido en sal.

    Conclusiones

    La etiqueta NutriScore tiene un innegable buen propósito: el de informar a los consumidores sobre los alimentos que ingieren. Pero también hay que recordar que resulta imprescindible utilizar adecuadamente la información aportada y no perder de vista que lo importante es llevar una dieta variada y equilibrada, consumiendo cada alimento en su justa medida. Resulta prácticamente una utopía alimentarse solo de alimentos con etiqueta A, por lo que hay determinados alimentos con letras C e incluso D que tienen hueco en una dieta saludable, aunque limitados a porciones adecuadas y con una frecuencia ocasional.

    También es importante recordar que este sistema no es válido para comparar alimentos de diferente naturaleza, sino para comparar alimentos similares entre sí, como si de un factor de ‘desempate’ se tratara. Por ejemplo, para elegir entre un yogur y otro, sería más recomendable optar por aquel que tiene una calificación más favorable en NutriScore.

    Además, no hay que confundir una buena valoración en NutriScore con otros conceptos relacionados con la alimentación, como la comida ecológica o vegetariana: un producto etiquetado como ecológico o vegano puede tener una baja valoración en NutriScore, y viceversa.

    Para configurar una dieta más detallada y específica, se recomienda siempre ponerse en manos de un nutricionista o dietista, con productos valorados por la etiqueta NutriScore y con otros que quedan fuera de ella, como los alimentos frescos y eventuales suplementos para cada caso. 

    Esa es precisamente una de las muchas materias que se aprenden en nuestros cursos de formación profesional en nutrición (Dietética, Dietética deportiva y Dietética Enfoque Ecológico), impartidos a distancia y con el máximo rigor.

     

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