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  • ¿Cómo ser un buen compañero de trabajo? | Cualidades y tips para conseguirlo

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    En los grupos de trabajo donde prevalece la bondad y el compañerismo, el éxito queda un poco más cerca. Y también la felicidad laboral, que no solo se consigue por vía de la realización personal sino también gracias a un agradable clima entre las personas. Por eso, en este post te contamos cómo ser un buen compañero de trabajo: por qué serlo, cuáles son sus cualidades y qué consejos puedes seguir para lograrlo.

    Ser un buen compañero de trabajo

    Detengámonos a pensar durante un segundo: ¿qué tipo de compañero de trabajo te gustaría tener a tu lado? ¿Uno bueno, con el que siempre puedas contar, o uno malo del que no te puedas fiar? Seguramente responderás que la primera opción, pues la bondad es siempre un valor que siempre debe prevalecer sobre lo contrario, la maldad.

    Pero la razón para ser un buen compañero de trabajo no es solo una cuestión ética, sino también práctica: mediante esa actitud se consiguen logros, tanto colectivos como individuales. Un ejemplo claro del primer caso es la consecución de un agradable clima laboral, en el que todos los trabajadores se sentirán más a gusto y rendirán mejor. Y un ejemplo del segundo es la ley del “quién sabe”: es decir, quién sabe si tu compañero, ese que tiene un buen concepto de ti, alcanzará más adelante un puesto de responsabilidad en tu empresa o en otra reclamará tu presencia junto a él en mejores condiciones laborales. 

    Cualidades de un buen compañero de trabajo

    Las cualidades del buen compañero de trabajo en realidad no difieren mucho de las cualidades de la buena persona: la base es la misma, aunque tendrá una aplicación específica a las situaciones propias de la empresa. Esta es una lista con algunas de ellas.

    Cooperante, no competitivo

    Ser un “trepa” es lo contrario de ser un buen compañero de trabajo. Con ese término coloquial se hace referencia al compañero competitivo que trata de “trepar” por encima de los demás para escalar en el organigrama de la compañía. Y esa actitud se antoja incompatible con el concepto de buen compañero.

    Respetuoso y asertivo

    La asertividad es una cualidad a la que hacemos referencia habitualmente al hablar de las habilidades sociales, tanto en la escuela como en el trabajo. Y se basa en el respeto al otro a la hora de intercambiar pareceres sobre una cuestión. Pero ese respeto debe generalizarse a todo tu comportamiento: buenos modales para pedir ayuda, para apremiar acerca de una tarea, para solicitar un favor, etc.

    Agradecido

    Si cambiamos el famoso refrán, podemos decir que “es de buen compañero ser agradecido”. Y esa cualidad será bien valorada en tu grupo de trabajo, pues en el fondo supone el reconocimiento del esfuerzo o la amabilidad que otros compañeros han tenido hacia ti.

    Humildad para reconocer los errores propios

    El clima laboral de una empresa estará viciado cuando sus miembros estén permanentemente buscando culpables y negando las propias responsabilidades. En cambio, tener la humildad de saber reconocer un error supondrá la mejor manera de contribuir al buen ambiente laboral, especialmente si con tu gesto redimes de culpa a alguien que no se la merecía.

    Saber reconocer los logros ajenos

    El buen compañero también sabe reconocer el logro ajeno: con deportividad y sinceridad, se puede felicitar por el trabajo bien hecho. La otra persona te lo agradecerá y, a buen seguro, tomará nota para hacer lo mismo cuando sea tu caso.

    Empático

    La empatía es otro valor que no podía faltar en este post sobre cómo ser un buen compañero de trabajo. De ella nacen acciones loables como ayudar en momentos de dificultad o mostrarse comprensivo con alguien que está pasando un mal día y no está rindiendo a su nivel.

    Sinceridad y franqueza, con vocación constructiva

    Con toda seguridad, se presentarán situaciones no del todo agradables en el trabajo: roces que pueden derivar en conflictos pero que conviene atajar y resolver. Y para ello, la sinceridad y la franqueza son claves: no abordar el problema provocará que se enquiste, y no ser sincero supondrá un parche temporal que acabará descosiéndose en el futuro… y probablemente de manera brusca. Por tanto, aunque no sea una elección fácil, conviene ser sincero en ese momento, de manera educada y con vocación constructiva. Superado el bache, tu compañero entenderá que era la mejor manera posible de solucionar la situación.

    No invadir competencias

    Una de las cosas que más molesta a un trabajador es que otra persona del equipo se meta en sus competencias sin ser requerido para ello. Por tanto, una de las cualidades del buen compañero de trabajo es saber mantenerse al margen. Y si está convencido de que debe intervenir para cambiar algo, debe ofrecerse con tacto y en clave positiva, aceptando que ese ofrecimiento puede ser rechazado.

    Tips para mejorar tus habilidades y compañerismo

    Para que tus cualidades como buen compañero afloren en tu puesto de trabajo, te damos una serie de consejos fáciles de aplicar. Debes hacerlo de manera natural y sincera, y nunca de forma forzada ni sobredimensionada, pues de lo contrario podrías generar desconfianza y mostrar una imagen de adulador, es decir, de ‘pelota’, que no es lo deseable.

    • Involúcrate en la dinámica de la empresa, asumiendo sus retos, contratiempos y logros como propios…
    • … pero siempre en su justa medida: saber que hay vida más allá del trabajo te ayudará a desenvolverte sin estrés. Y de esa manera no solo liberarás de presión tus hombros, sino que tampoco la pondrás en los hombros de tus compañeros
    • Aborda, con naturalidad y respeto, cuestiones no relacionadas con el trabajo, cuando la jornada lo permita. Por ejemplo, preguntar y preocuparse por los hijos de un compañero puede ser interpretado como un gesto a agradecer. O dar recomendaciones sobre temas que a todos nos conciernen (vivienda, compras, etc.) también lo puede ser
    • Sé puntual: con ello estarás demostrando seriedad, y esa es la base para que tus compañeros de trabajo confíen en ti

    Todas estas cualidades y consejos sobre cómo ser un buen compañero en el trabajo son válidas también en el ámbito académico. Y en ello se incluye la formación a distancia: aunque las interacciones entre alumnos puedan resultar menos frecuentes e intensas en esta modalidad, el compañerismo es un valor que está presente en la formación que recibirás en Linkia FP y te será útil para cuando debas ponerlo en práctica en tu carrera profesional. Si tienes curiosidad, puedes ver aquí todas las áreas profesionales que Linkia FP ofrece.

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