‘Se busca un profesional especialista’. Seguro que este anuncio lo has leído alguna vez en los portales de empleo donde se publican a diario miles de ofertas de trabajo para todo tipo de sectores. En la actualidad las empresas buscan más la especialización de los profesionales y el desarrollo de sus habilidades profesionales que el hecho de que tengan título universitario y máster. Esa es principalmente una de las ventajas que aporta la formación profesional a los nuevos trabajadores. Una ventaja que miles de personas conocen y están sabiendo aprovechar. ¿Quieres ser uno de ellos?
¿Qué es la formación profesional?
Como su propio nombre indica, la formación profesional es una formación que se le da a la persona que quiere especializarse a nivel profesional en un ámbito concreto. A través de formación teórica y con gran importancia de los procesos prácticos, el estudiante de un ciclo de formación profesional adquiere las capacidades necesarias para cumplir con las expectativas de las empresas.
Seguro que alguna vez has oído a alguien decir eso de que ha conseguido empleo antes tras haber completado un grado de formación profesional que al haber cursado una carrera universitaria. Los datos están ahí y demuestran que esto es cierto. Y es que si aún te sigues preguntando qué es la formación profesional, debes saber que son todos los estudios que van encaminados a la inserción laboral del estudiante, de ahí que muchos la consideren hoy en día mucho más práctica y útil que otro tipo de formación.
¿Quién puede cursar la formación profesional?
¿Hay edad para cursar un grado de formación profesional?, se pregunta mucha gente. No hay edad máxima, aunque sí mínima. Y es que uno de los requisitos para acceder a la formación profesional, es que el estudiante haya terminado sus estudios obligatorios en un centro educativo, o lo que es lo mismo, que haya finalizado la Educación Secundaria Obligatoria.
Así pues, independientemente del tipo de estudios que se hayan concluido, el estudiante podrá acceder a un ciclo formativo de grado medio, si ha terminado la Educación Secundaria Obligatoria, o hacer lo propio con un ciclo formativo superior, en el caso de que haya concluido el Bachillerato.
En ese último caso, hay quien decide decantarse por la formación profesional en vez de ir a la Universidad, cursando un grado superior, o hay otros que prefieren compaginar sus estudios universitarios de máster con una formación profesional a distancia o hacer un grado superior tras haber terminado una carrera universitaria. No hay límite de edad para acceder a estos ciclos. De hecho, con la crisis en 2008 y las consecuencias que eso acarreó para el empleo de muchas personas, hubo quien optó por ciclos formativos a distancia para reciclarse a nivel profesional mientras trabajaba en otra cosa o buscaba un empleo mejor.
Ventajas de la formación profesional
Frente a las imposiciones de muchas universidades de cursar un grado de manera presencial, la formación profesional aporta ventajas como la posibilidad de cursar grados de manera online, con lo que muchos trabajadores en activo pueden seguir formándose en materias que les interesen a la par que trabajan.
Una vocación especializada
Además de eso cuando se le explica a un joven qué es la formación profesional, lo que más les suele atraer es que este tipo de estudios les puede ayudar a definir mejor su vocación. Muchos jóvenes acaban la etapa de la E.S.O sin haber definido específicamente qué quieren hacer en su vida. En ese momento, optar por una vía profesional determinada es determinante para ellos, pues ya que los ciclos tienen una duración de dos años y están orientados al empleo, tener una primera toma de contacto con el mercado laboral les anima a decidir qué quieren ser en el futuro.
La formación profesional es importante no solo para concienciar a los jóvenes de la importancia de tener una vocación, sino de adquirir también una formación especializada para llevarla a cabo.
Etapa educativa más corta
Por otro lado, seguro que sabrás que las etapas educativas son cada vez más largas. Ahora los grados universitarios son de un mínimo de 4 años, por lo que el completar la formación es un largo camino que hay que recorrer. En cambio, a través de la formación profesional, con una duración de dos años se adquiere una capacidad completa y más práctica de formación para el empleo. Y es que de esos dos años, unos 3 meses el alumno realiza prácticas en empresa.
Eso es precisamente lo que hace que la formación profesional sea más cercana a la realidad, pues al haber finalizado sus estudios, muchas empresas tienen en cuenta las competencias profesionales que ha adquirido el alumno y esto propicia que muchas compañías decidan contratar a los alumnos en prácticas una vez concluida la formación.
